Siempre había lidiado con criaturas extrañas, pero lejos, lejos este ser me envolvió en su trastorno, en su sentir, en su pensamiento tan confuso.
Nadie había dicho tanto y tan poco a la vez como explicar eso, ni yo lo sé, ni quisiera intentar de descifrar cada palabra o susurro de su interior tan doblado tan vertiginoso.
Es como una culebra que va arrastrándose, la puedes ver, sus curvas su cuerpo como va dedicando cada movimiento, pero de pronto la ves retorciéndose en si misma, y ya pierde la figura por completo y ves solo una masa de carne envuelta, regocijándose así misma tocándose, besándose, contemplándose.
Pasa que al verla me canso, pero me envuelve con su mirada asfixiante, ah!!!!!!!!! No la puedo dejar de observar es tan especial, es una tentación de vivir, de ir y arrastrarme con aquella serpiente, que me dice ven, ven, quédate aquí conmigo un rato, y por dentro me digo, no es así, si voy, me quedare por siempre atrapada en esa masa de cuerpo confusa, en esas curvas de largo alcance.
Esa serpiente recubre mi cuerpo tembloroso, lo aprieta contra su cuerpo de fina tela, su legua se esparce como agua, mis ojos se pierden entre su iris cristalino, no puedo desenvolverme no puedo, claramente me veo atrapada, encarcelada por esa piel de seda.
Pareciera que mi mente se ha vuelto una encrucijada, nunca sabré que me prepara el destino, y por eso decido vivir el día a día, qué saco con pensar en el futuro pues, quien sabe me muera mañana y pare con esta charla estupida de cuestiones sin sentido y sin finalidad alguna.
Ah vivo en un gran acertijo, en un gran puzzle tal vez.
Mis paredes son lisas y firmes, y de repente se ve luz, otras veces no hay luz, se olvida que estoy aquí, frías y oscuras formas rozan mis formas.
Algunos quieren que me convierta en un árbol frondoso para que yo les de sombra y les quite el calor, acá en mi tierra quizás no hay lugar para transformarse en árbol pues no hay tierra, no crecen raíces, acá las cosas vuelan con la imaginación solo se planta en el aire, yo no me convertiré en árbol de gentes ni de un ser viviente, de nadie, yo no sirvo para eso.
Las nubes allí arriba deambulan de un lugar a otro se cambian, son tan impredecibles, un minuto las observas al otro minuto se van o desaparecen y se juntan con otras, van dejando rastros, bailan, te saludan y se van.
Pienso que no soy de este mundo, pienso también que estoy loca, pienso, pienso tantas cosas, ya no quiero pensar mas, los pensamientos solo sirven para enredar mas a las ideas, es mejor sacarse la cabeza de vez en cuando y volar hacia la eternidad del vació de la nada, en la nada se encuentran cosas claras, pero ala vez es un abismo, entonces ¿Qué hacer?, solo quiero dejar de pensar, sobre todo en ti, serpiente desconsiderada y traicionera, solo quieres mi carne, solo quieres mis pensamientos, solo quieres mis deseos por ti, carroñera de mis sueños.
Me tienes metida en un laberinto, me ves desde lejos como deambulo, como cruzo de un costado a otro, desesperada, enfadada, agotada ya de tantos caminos inciertos, de tantas paredes a mi alrededor, y tu con esa sonrisa desfigurada, entonces ya no me queda mas que refugiarme en tu laberintos, hacerme una cama y cobijarme hay, sin observar la luz, esa bendita luz que algún día obtuve.
Entonces me paseare por los laberintos de tu mente enferma, por tu mente obscura, así lo quieres, pues así será.
Nadie había dicho tanto y tan poco a la vez como explicar eso, ni yo lo sé, ni quisiera intentar de descifrar cada palabra o susurro de su interior tan doblado tan vertiginoso.
Es como una culebra que va arrastrándose, la puedes ver, sus curvas su cuerpo como va dedicando cada movimiento, pero de pronto la ves retorciéndose en si misma, y ya pierde la figura por completo y ves solo una masa de carne envuelta, regocijándose así misma tocándose, besándose, contemplándose.
Pasa que al verla me canso, pero me envuelve con su mirada asfixiante, ah!!!!!!!!! No la puedo dejar de observar es tan especial, es una tentación de vivir, de ir y arrastrarme con aquella serpiente, que me dice ven, ven, quédate aquí conmigo un rato, y por dentro me digo, no es así, si voy, me quedare por siempre atrapada en esa masa de cuerpo confusa, en esas curvas de largo alcance.
Esa serpiente recubre mi cuerpo tembloroso, lo aprieta contra su cuerpo de fina tela, su legua se esparce como agua, mis ojos se pierden entre su iris cristalino, no puedo desenvolverme no puedo, claramente me veo atrapada, encarcelada por esa piel de seda.
Pareciera que mi mente se ha vuelto una encrucijada, nunca sabré que me prepara el destino, y por eso decido vivir el día a día, qué saco con pensar en el futuro pues, quien sabe me muera mañana y pare con esta charla estupida de cuestiones sin sentido y sin finalidad alguna.
Ah vivo en un gran acertijo, en un gran puzzle tal vez.
Mis paredes son lisas y firmes, y de repente se ve luz, otras veces no hay luz, se olvida que estoy aquí, frías y oscuras formas rozan mis formas.
Algunos quieren que me convierta en un árbol frondoso para que yo les de sombra y les quite el calor, acá en mi tierra quizás no hay lugar para transformarse en árbol pues no hay tierra, no crecen raíces, acá las cosas vuelan con la imaginación solo se planta en el aire, yo no me convertiré en árbol de gentes ni de un ser viviente, de nadie, yo no sirvo para eso.
Las nubes allí arriba deambulan de un lugar a otro se cambian, son tan impredecibles, un minuto las observas al otro minuto se van o desaparecen y se juntan con otras, van dejando rastros, bailan, te saludan y se van.
Pienso que no soy de este mundo, pienso también que estoy loca, pienso, pienso tantas cosas, ya no quiero pensar mas, los pensamientos solo sirven para enredar mas a las ideas, es mejor sacarse la cabeza de vez en cuando y volar hacia la eternidad del vació de la nada, en la nada se encuentran cosas claras, pero ala vez es un abismo, entonces ¿Qué hacer?, solo quiero dejar de pensar, sobre todo en ti, serpiente desconsiderada y traicionera, solo quieres mi carne, solo quieres mis pensamientos, solo quieres mis deseos por ti, carroñera de mis sueños.
Me tienes metida en un laberinto, me ves desde lejos como deambulo, como cruzo de un costado a otro, desesperada, enfadada, agotada ya de tantos caminos inciertos, de tantas paredes a mi alrededor, y tu con esa sonrisa desfigurada, entonces ya no me queda mas que refugiarme en tu laberintos, hacerme una cama y cobijarme hay, sin observar la luz, esa bendita luz que algún día obtuve.
Entonces me paseare por los laberintos de tu mente enferma, por tu mente obscura, así lo quieres, pues así será.
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