jueves, 13 de agosto de 2009

Laberinto de una serpiente


Siempre había lidiado con criaturas extrañas, pero lejos, lejos este ser me envolvió en su trastorno, en su sentir, en su pensamiento tan confuso.
Nadie había dicho tanto y tan poco a la vez como explicar eso, ni yo lo sé, ni quisiera intentar de descifrar cada palabra o susurro de su interior tan doblado tan vertiginoso.
Es como una culebra que va arrastrándose, la puedes ver, sus curvas su cuerpo como va dedicando cada movimiento, pero de pronto la ves retorciéndose en si misma, y ya pierde la figura por completo y ves solo una masa de carne envuelta, regocijándose así misma tocándose, besándose, contemplándose.
Pasa que al verla me canso, pero me envuelve con su mirada asfixiante, ah!!!!!!!!! No la puedo dejar de observar es tan especial, es una tentación de vivir, de ir y arrastrarme con aquella serpiente, que me dice ven, ven, quédate aquí conmigo un rato, y por dentro me digo, no es así, si voy, me quedare por siempre atrapada en esa masa de cuerpo confusa, en esas curvas de largo alcance.
Esa serpiente recubre mi cuerpo tembloroso, lo aprieta contra su cuerpo de fina tela, su legua se esparce como agua, mis ojos se pierden entre su iris cristalino, no puedo desenvolverme no puedo, claramente me veo atrapada, encarcelada por esa piel de seda.

Pareciera que mi mente se ha vuelto una encrucijada, nunca sabré que me prepara el destino, y por eso decido vivir el día a día, qué saco con pensar en el futuro pues, quien sabe me muera mañana y pare con esta charla estupida de cuestiones sin sentido y sin finalidad alguna.
Ah vivo en un gran acertijo, en un gran puzzle tal vez.

Mis paredes son lisas y firmes, y de repente se ve luz, otras veces no hay luz, se olvida que estoy aquí, frías y oscuras formas rozan mis formas.

Algunos quieren que me convierta en un árbol frondoso para que yo les de sombra y les quite el calor, acá en mi tierra quizás no hay lugar para transformarse en árbol pues no hay tierra, no crecen raíces, acá las cosas vuelan con la imaginación solo se planta en el aire, yo no me convertiré en árbol de gentes ni de un ser viviente, de nadie, yo no sirvo para eso.

Las nubes allí arriba deambulan de un lugar a otro se cambian, son tan impredecibles, un minuto las observas al otro minuto se van o desaparecen y se juntan con otras, van dejando rastros, bailan, te saludan y se van.
Pienso que no soy de este mundo, pienso también que estoy loca, pienso, pienso tantas cosas, ya no quiero pensar mas, los pensamientos solo sirven para enredar mas a las ideas, es mejor sacarse la cabeza de vez en cuando y volar hacia la eternidad del vació de la nada, en la nada se encuentran cosas claras, pero ala vez es un abismo, entonces ¿Qué hacer?, solo quiero dejar de pensar, sobre todo en ti, serpiente desconsiderada y traicionera, solo quieres mi carne, solo quieres mis pensamientos, solo quieres mis deseos por ti, carroñera de mis sueños.
Me tienes metida en un laberinto, me ves desde lejos como deambulo, como cruzo de un costado a otro, desesperada, enfadada, agotada ya de tantos caminos inciertos, de tantas paredes a mi alrededor, y tu con esa sonrisa desfigurada, entonces ya no me queda mas que refugiarme en tu laberintos, hacerme una cama y cobijarme hay, sin observar la luz, esa bendita luz que algún día obtuve.

Entonces me paseare por los laberintos de tu mente enferma, por tu mente obscura, así lo quieres, pues así será.

No se si tenga alma, por que no pesa


Las gotas de sangre van cayendo lentamente tras el cuchillazo sobre las venas, sale deliciosa y rojiza, caliente, liquido y mas liquido, se acumula allá abajo sobre el piso de madera, se escucha en el silencio esa melodía, esa canción que interpretan las gotas una a una en el suelo, sobre el riachuelo que va creciendo lentamente, como también lentamente el cuerpo inerte, casi sin vida, va quedando vació. Hay es donde mi cerebro empieza a hacerse mil preguntas y mil respuestas inequívocas. La importancia de la sangre me digo a mí misma, sin ella no podemos hacer nada, nos recorre el cuerpo como el agua, pero en el caso de este especial liquido es por dentro, pero con una majestuosidad interesante, siempre recorre el mismo camino, sube, baja, dobla a la izquierda, dobla a la derecha, incluso da brincos, pero siempre sigue un mismo camino, ese camino infinito entre las arterias y venas, impulsado por ese motor que nunca acaba de bombear. La sangre nos da vida, la sangre nos identifica, la sangre esta compuesta por agua, y sigo pensando estupideces.
Trato de que esa melodía no acabe cerrando mis pensamientos entupidos, cada vez más ridículos, y me veo derrotada, desgastada. El reloj suena a lo lejos, el tic-tac, tic-tac, como un coro de iglesia.
Ya es demasiado tarde para lamentaciones me digo, tratando de tapar la otra ola de pensamientos culposos sobre la escena que presencio.
Esto es lo que quería ¿esto?, ¡no!, ¡si!, ¡no!, ¡si!, ¡si!, si en realidad ¡si! esto es,
Las sabanas estaban un poco manchadas, ya que los brazos estaban fuera de la cama, y mi cabeza descansaba en la almohada mojada, pues fueron muchas las lagrimas que había derramado, muchas las penas, tristezas que me comieron el alma por dentro y por fuera, eran como colmillos afilados que se metían en mi garganta, rasgándola y asfixiando el pequeño espacio para recibir.
Es hora de descansar, es hora de no sentir y volar hacia la luz del sol como siempre soñé, entre nubes y ver los verdes prados desde allí.
Pero no se que sucede, pasa que no vuelo y me quedo pegada, mis pies son rocas, elevo mis manos hacia el techo que aún lo observo y no pasa nada, no me elevo ¿Por qué?, ¿Por qué?, si yo me quiero ir de aquí ahora, no puedo esperar mas, entonces salto para darme un poco de impulso, y no me da resultado.
No creo que me quede mirando todo el tiempo, entonces decido salir de mi habitación, pienso, pienso, en la hora de mi partida, trato de mantener la calma, de seguro esto no es inmediato, esperare.