A nadie le gusta sentirse derrotado, sentirse así es como morir en vida, es cuando te quitan tus pensamientos sin dejar huellas en tu memoria de lo lindo que has vivido mientras te paseaste por el jardín del plantea tierra.
Es sentirse sin calles ni piso caminar en la oscuridad mas profunda, caminar en abismos caminar sobre una cuerda.
Es un cansancio sin fin, estar en un laberinto sin salida te desespera a tal punto que ya no das mas con tu calma, los nervios se apoderan de ti a tal punto que te podrías enfermar y te enfermas, tus órganos internos se retuercen a tal forma que gritan dentro de tu vientre y piden auxilio socorro, mediante unos movimientos en 90 grados tratas que se te quite y que tus palpitaciones vuelvan a la calma y no lo logras.
Hay es donde llegas a tomar las pastillas las malditas pastillas que te hacen sentir bien y que te dejan adormecido por unos segundos, segundos que son pocos, y que vas necesitando muchas mas dosis para que por fin no sientas nada en tu estomago.
Con una mano en mi estomago pretendo sanar lo que esta dentro de mi, como una energía mágica que se hará camino sobre mi mano, que bajara hasta ella, que me hará razonar y me quitara esta amarga tortura.
Rondan mil voces por mi alrededor que me gritan insultos y me repiten mis errores mis fracasos mis tristezas, aaaaa me quiero ir de aquí ya no aguanto mas estas malditas voces, quiero que se vayan de una vez por todas a otro lugar, o irme yo a otro lugar y que no me alcancen nunca, solo queda el dolor y la resignación, la resignación es el peor fracaso que podemos vivir.
martes, 13 de enero de 2009
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